Errores en el diagnóstico, medicación o tratamiento, lesión durante procesos médicos y omisión al informar los riesgos de un procedimiento son, entre otras, las causas que más generan reclamos a los profesionales de la salud.
Aunque ellos tienen como vocación preservar la vida, la salud y las buenas condiciones físicas y mentales de sus pacientes, los errores y/u omisiones involuntarios pueden presentarse en cualquier momento del ejercicio de su profesión y conducir a reclamaciones civiles, penales o investigaciones disciplinarias.
Un estudio realizado en 2016 por la Facultad de Enfermería y Rehabilitación de la Universidad de La Sabana señala que al año mueren 180 mil personas por errores humanos y quirúrgicos, mala administración y fallas en los equipos; y según el Defensor del Paciente, una asociación que protege a los afectados por negligencias, en el año 2017 se registraron 13,983 denuncias por equivocaciones médicas.
Para un profesional de la salud enfrentar reclamaciones conlleva a una situación estresante que pueden afectar su carrera, su bienestar físico y psicológico y, si no está protegido, poner en riesgo su patrimonio.
Sin embargo, muchos de ellos desconocen o no son conscientes de la importancia de estar protegidos para ejercer su actividad de forma segura y responsable. Es por ello que se recomienda a enfermeras, auxiliares, médicos, odontólogos y especialistas de todas las áreas contar con una póliza de responsabilidad civil propia, independientemente de la clínica, hospital o centro de salud donde laboren.
Una póliza que cubra la responsabilidad de diagnósticos de enfermedades y condiciones clínicas, prescripciones, administración de medicamentos, procedimientos quirúrgicos, emisión de documentos médicos como historia clínica y órdenes de terapias y tratamientos de rehabilitación. También que incluya gastos de defensa, daños patrimoniales y extra patrimoniales y los daños o costos que perjudiquen a herederos y cónyuges del profesional.
Es importante recordar, que el profesional de la salud asegurado está obligado a cumplir con todas las normas que regulan la profesión médica en Colombia como la Ley de Ética Médica (Ley 23 de 1981) y las disposiciones legales y administrativas de cada actividad profesional para minimizar los riesgos de errores y/u omisiones.
La realización de prácticas laborales incorrectas, el incumplimiento por extralimitación profesional, los daños causados por el asegurado cuando actúe o haya actuado bajo la influencia del alcohol o sustancias tóxicas, narcóticas o alcaloides, daños causados por medicamentos y/o aparatos en fase experimental o que no se encuentren registrados ante la autoridad competente y consecuencias originadas por el abandono y/o negación de la atención a un paciente, entre otras, no son objeto de cobertura de la póliza de Responsabilidad Civil Médica.
Por: Ana María Mateus, Financial Lines Manager Chubb Seguros Colombia S.A.
